Fiesta Jamiroquai

Pocas veces se concretan iniciativas de este tipo, dado lo difícil que resulta reunir a los simpatizantes de estos sonidos tan poco ligados a la popularidad. Jamiroquai invadió El Sofá, bar ubicado en Providencia, Santiago de Chile. El lugar, caracterizado por la multiplicidad de microambientes, reunió casi en su totalidad a ansiosos fans de Jamiroquai que buscaban algo más que bailar y escuchar música Funk.

La fiesta, que estuvo enmarcada dentro de la campaña que se está realizando en nuestro país para conseguir la venida de Jamiroquai, resultó un éxito. Cientos de fans repletaron la pista de baile mientras el DJ -a quien sin duda hay que agradecer su trabajo- mezclaba y mezclaba viejos vinilos de música funky con increibles canciones de Jamiroquai. A mí parecer, fue una fiesta cargada de sorpresas, de buen ánimo y bailes improvisados. Gran ovación causaron temas como "If I Like It, I Do It", "Stillness in Time", "Scam", "You Are My love", "Butterfly", "Where Do We Go From Here", "Main Vein", "Starchild", "Time Won't Wait" y "Dynamite", canciones que remecieron la pista y de paso dejaron más que satisfechos a los fanáticos algo aburridos de bailar esos grandes éxitos.

Así, tras una campaña que incluyó la visita a radios, entrega de flyers, distribución de afiches en la ciudad, entre otras, se logró reunir a una gran cantidad de personas que bailaron hasta las 3 de la madrugada con "When You Gonna Learn?", última canción del repertorio.

Si bien es seguro que la fiesta dejará recuerdos, imágenes y sonidos que nos invadirán, las expectativas fueron sobrepasadas y de todos nosotros depende volver a revivir estos grandes momentos, en otra fiesta que nos una bajo el mismo ritmo y la misma frecuencia.

Saludos a todos quienes asistieron a esta instancia y en especial a la Paz y a la Ángela por sus buffalo man que sin duda crearon polémica.

Jay Kay habla de Chile

Algunos se preguntarán, ¿por qué no viene jamiroquai a Chile? Nadie lo sabe, pero parece que Jay dice algo como esto:

- ¿Qué es Chile? ¿Se come?
- Aaaaah, ese país que no sabe jugar fútbol
- Pero los sudacas no se comen,
- Y ni me compran el disco,
- Más encima quieren pagar poco,
- Y en la pista atlética no me caben los autos,
- Además no es digno de mi fama,
- Mejor me compro Chile, debe ser barato,
- No, mejor un nuevo auto, sirve más
- Si no sé pa qué sony me promociona allá, no quiero ni ir,
- Aunque pensándolo bien, no deben ni tener afiches, ¡si ni han descubierto la imprenta!
- Y estos sudacas son medios terroristas, no me vayan a secuestrar,
- Todavía no saben que no he pedido permiso a mi mamá,
- Pero algo habrá que hacer, por último pa pegarle a un periodista,
- Y robar unos pesitos extras...

Saludos!

Jamiroquai en Chile 2006

Hola de nuevo,

Hace un tiempo atrás les comenté de la desilusión causada por la bajada de Jamiroquai de la parrilla del festival que bastante mal nos cayó. Murieron ilusiones, entusiasmos y planes. Sin embargo, hoy estamos con algo distinto, con nuevas fuerzas y esperanzas. Semanas atrás, se confirmaron fechas para latinoamérica, que como todos saben, incluye visitas a Argentina, Brasil, Colombia, Venezuela y Costa Rica, lo que nos causó una extraña sensación al no ver programada ninguna visita a nuestro cálido y arrabalero país.

Por esta razón, y dado que no existen noticias que confirmen una fecha en que se presente la banda, hace una semana comenzó una recolección de firmas, en el sitio www.petitiononline.com/jamchile las que aumentaron rápidamente y se espera sigan creciendo hasta lograr unas 5000 entradas, que es un número de peso considerable que puede hacer meditar a cualquier productor. Por otro lado existen campañas para enviar e-mails, llamar a las radios, escribir a los periódicos y a la televisión, y entregar volantes en las tiendas con el fin de difundir esta petición a un mayor número de personas de las que aloja nuestra lista de contactos.

Debemos estar muy unidos para alcanzar los objetivos. No será nada de fácil. Pero la tarea es nuestra y de a poco somos más, lo que nos ayuda a ver más cercana esa meta que individualmente nos aflige. Asimismo, espero todos estemos en contacto y, si lo conseguimos con nuestro entusiasmo y compromiso, verlos disfrutar de una nueva presentación de jamiroquai en Chile, pues tenemos mucho que demostrar como fans.

Saludos a todos!

Quiebra paga

Como muchos deben saber, Jamiroquai por fin lo hizo de nuevo y canceló toda su gira por Sud América. Ninguna novedad considerando la lejanía que mantiene la agrupación británica de las tierras latinoamericanas. Un balde de agua fría para muchos que, en casos particulares, también pone en jaque el fanatismo de algunos como yo que ya se ilusionaban con ver desfilar a Jay Kay -actual desahuciado vocalista de pacotilla- cantar sus mejores éxitos y dirigir a su orquesta de afanados músicos. Pero lo cierto es que no es una simpleza cancelar un tour por el que hemos esperado seis años; si señores, seis, cuando todos aquí festejaban y preparaban el mejor de los ambientes para recibirlos. De un momento a otro, se quebró el ánimo.

Pero, ¿quién paga? Si consideramos la dialéctica entre "fan" y "banda", tenemos dos perspectivas válidas. Por un lado, existe la posibilidad de que sólo estemos tristes y aceptemos tal hecho como fortuito y excepcional. Sin embargo, también existe la posibilidad que nosotros como fans, nos desliguemos de ese mundo glamoroso que poco recuerda las grandes ovaciones latinoamericanas -a pesar que no somos muy buen negocio, hay que reconcocerlo- y sus fanáticos por estas latitudes. Entonces, ¿quién paga? No pagamos nosotros, paga la banda por perder a un público distinto, diverso y cálido, pierde nuestro respaldo y reconocimiento y eso no se recupera.

Un abrazo para todos los Jamirofans y Ex-Jamirofans.

"...and the beat goes on..."

La mafia

Desde hace algún tiempo que he estado observando a mi alrededor ciertas costumbres que se desarrollan en esto de ser fanático de una banda en particular. No lo había notado, pero se hace cada día más evidente que muchas cosas no se comparten y comienzan a formarse ciertos círculos repletos de hermetismo y clandestinidad. El intercambio de conciertos o bootlegs, práctica frecuente para los más árduos fans, pasa de la mera emoción de escuchar la música en vivo a la salvaje competencia de quién tiene el más extraño, la edición única, el que no se encuentra en internet y etcétera. Típicas son las advertencias del tipo "no le digas a nadie", "si lo pasas te liquido" y "mántenlo en un lugar seguro", que tienen como objetivo reservar aquellas ediciones sólo para aquellos afortunados o bien reputados fans. A su vez, comienza a aparecer el tráfico de información clasificada, confidencial y anónima, que si bien está sujeta a un grado de credibilidad limitado, también se envuelve de esa truculencia un tanto chiflada que tanto nos importa.

En el caso de Jamiroquai, he tenido bastantes anécdotas con esto de las mafias. He recibido e-mail casi secretos, información muy confidencial y debo confesar que poseo conciertos y otros que nadie, excepto un par de amigos, posee bien guardados. Esto de la mafia es recurrente. Hace unos días, un amigo mexicano me pasó un par de conciertos que debo mantener en silencio. Al oirlos, descubro esa complicidad de la que soy parte y, aunque no me llevarán a juicio, no me aniquilarán un día por la calle ni secuestrarán a mi familia, que existe un juego muy gracioso y simple. Es fácil jugar, pero si pierdes te cuesta los contactos, la carrera de incógnito, la reputación y los beneficios del tráfico. ¿Quieres participar?

El didgeridoo

También conocido como Yiddaki, este instrumento es uno de los más antiguos, estimándose 30.000 años de existencia. Parte de la cultura aborigen australiana, éste consiste en una pieza de madera, ahuecada por termitas. Existen de diversas formas, tamaños, tonalidades, espesor, texturas y colores. Los hay para dos personas, en espiral, de dos metros, de sesenta centímetros, siendo cada pieza única y con un diseño especial. Para tocarlo, se requiere de un gran control de la respiración -técnica llamada respiración circular- que consiste en controlar los músculos de la glotis para expulsar aire constantemente. El sonido, se logra colocando los labios dentro de la hendidura del instrumento -algunos tienen boquilla de cera de abeja- y con los labios juntos, botar aire usando las mejillas, haciendo que estos vibren. La vibración es amplificada dentro del didgeridoo, y la variación que se haga causará distintos efectos de sonido. También pueden usarse movimientos de lengua, de garganta y gritos, que entregarán una mayor variedad de sonidos al tocarlo.

El didgeridoo como tal es muy conocido en Australia, siendo uno de los artistas más conocidos Yothu Yindi, quien recibe agradecimientos en el segundo disco de Jamiroquai -Return of the Space Cowboy- por parte de Wallis Buchanan, miembro retirado de la banda tras su cuarta placa -Synkronized- y que utilizaba este instrumento en variadas canciones, de las cuales destaco su utilización en vivo. En cuanto a su historia dentro de la banda, Wallis fue invitado a participar en el primer sencillo de Jamiroquai, When You Gonna Learn, creando la intro del tema y una parte intermedia de la canción. Esto le agradó a Jay, y Wallis se integró definitivamente a la banda. De esta forma, junto a la popularización de Jamiroquai, el didgeridoo se hizo conocido alrededor del mundo y una pequeña moda. Canciones como Didgin' Out, Journey to Arnhemland -dedicada a una localidad australiana con el mismo nombre que es la cuna del didgeridoo-, Didjital Vibrations y Supersonic tuvieron en sus líneas este sonido fantástico, que nos transporta a diversas sensaciones y mundos. Un gran sello que tuvo la banda hace unos años.

El vestir

Una de las características más connotadas del vocalista de Jamiroquai -Jason Kay- lo ha sido su peculiar forma de vestir, que le ha otorgado cierto sello personal a lo largo de su carrera. Combinando distintos tipos de sombreros -sin duda lo que más a caracterizado a Jay y que lo ha hecho ser llamado "el hombre en el sombrero"- y prendas de vestir, su estilo ha marcado cada era en la historia de la banda. Ya comenzando una prometedora carrera musical, Jamiroquai se asoció con el diseñador Joe Komodo, quién fue atractivo para la banda por el uso de materiales naturales, contar con una red de colaboradores en países como Indonesia, Guatemala y Nepal, y utilizar en su mayoría diseños indígenas tomados de Asia y América Latina. Éste, diseñó una línea de vestir llamada "Orenda" cuyo logo aparece en los dos primeros álbumes de la banda, y cuya producción fue utilizada por el cantante y también distribuída promocionalmente o como "merchandise". La variedad de diseños es destacable, pero el número de unidades producidas es escaso, por lo que cada prenda es altamente coleccionable. A fines de 1995, esta afiliación termina, pero su estilo comienza a caracterizarse por la utilización de ropa Adidas. En la actualidad, el mismo Jay trabaja en la confección de su vestimenta y sus sombreros o en asociación con casas de diseño como Hugo Boss.